Vida discipular se refiere al nivel de compromiso que ha asumido un creyente para forjar en su vida el carácter y el proyecto de Jesús. Una discípula, un discípulo de Jesús es la persona que toma una profunda conciencia de la dimensión de la fe, pasando de una comprensión a veces meramente costumbrista, conceptual o ritualista como creyente, a un entendimiento cabal del seguimiento a Jesús como modelo del nuevo ser humano. Damos por entendido que esa conciencia -de la cual hablamos- obliga indefectiblemente a disponer sentimientos y voluntad en obediencia a la Palabra de Jesús, pasando el Maestro a constituirse en el Dueño de la vida del discípulo o discípula (Jesús es Señor). Por esta razón, afirmamos que la vida como discípulos no se refiere unicamente a enunciados o declaraciones doctrinales, sino que en esencia es la visibilización de la conversión a la causa del Reino de Dios, tal y como está expresado por Jesús en el testimonio de los Evangelios y en los escritos apostólicos. Creemos que somos testigos, en la actualidad, de una exponencial crisis de compromiso de fe que nos hace pensar en las palabras del Maestro, cuando sentenció: "...cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?" (Lc.18:8b).

                                                                                                                                                                                                                                                                  Rvdo. Valmore Amarís